El irrigador bucal es un complemento del cepillado poco conocido, pero clave para conseguir una sonrisa perfecta.

Es un elemento dedicado a la higiene bucodental y que nos propone una amplia variedad de beneficios y cuya función es aplicar un chorro de agua a presión con la finalidad de eliminar los restos de alimentos y placa bacteriana que se encuentra en nuestra boca.

Además, otra de las importantes funciones que nos ofrece el irrigador es estimular las encías.

Es muy importante considerar que el irrigador no puede sustituir, en ningún caso, el cepillado dental y es que la función del irrigador es eliminar aquello que no hayamos podido desechar con el cepillo.

Estamos ante un complemento idóneo en nuestra limpieza diaria, de igual forma que sucede con el hilo dental o los enjuagues bucales.

La irrigación bucal es apta para cualquier persona, aunque estamos ante un proceso que se recomienda especialmente en pacientes con Ortodoncia, así como también a aquellas personas que cuentan con prótesis sobre implantes dentales o puentes.

Gracias al irrigador, podremos conseguir un óptimo resultado y mejora en la higiene de nuestros dientes y en especial de los puentes dentales y prótesis sobre implantes.

Beneficios del uso del irrigador:

  • Limpieza más profunda. El cepillo no consigue llegar a los rincones más difíciles de la cavidad oral, algo que sí consigue el irrigador. Hablamos de espacios entre dientes, la línea de la encía…
  • Aliento fresco. La halitosis o mal aliento puede llegar a ser muy molesta para los que rodean al paciente. El irrigador bucal es un gran aliado para mantener el aliento fresco, precisamente porque llega a partes más profundas de la boca.
  • Sonrisa más bonita. El irrigador bucal ayuda a eliminar las manchas de la superficie de los dientes. Esto permite recuperar un color más radiante y tener una sonrisa más bonita.
  • Sensibilidad dental. En pacientes con sensibilidad dental, el uso de otros productos como el hilo dental puede resultar algo doloroso. El irrigador bucal evita el roce y el sangrado de las encías. Así, permite una limpieza eficaz sin dolor.
  • Prevención. La eliminación de placa bacteriana en espacios entre dientes y encías evita el sarro. Además, ayuda a prevenir el desarrollo de patologías como la gingivitis, así como infecciones e irritaciones en las encías.

 

Desde la Clínica Dental El Carmen de Valencia queremos aclarar que el irrigador, cumple con una función muy importante en la higiene oral, sin embargo no se puede sustituir por otros procesos como el cepillado después de cada comida o el uso del hilo dental y los enjuagues bucales.

Para que el irrigador bucal tenga los efectos de limpieza deseados, es importante tener una buena rutina de higiene basada en el cepillado dental.